Este mercado se configura como un sistema organizado de negociación de valores e instrumentos financieros autorizado por el Gobierno espaņol, y se confía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores el control y la supervisión del mismo, así como al Servicio de Compensación y Liquidación de Valores las funciones de registro, compensación y liquidación de las operaciones.
El nuevo mercado abre a las 8.30 y cierra a las 17.30, aunque las tres primeras horas funcionarán a modo de período de ajuste, por lo que no se podrán intercambiar acciones hasta las 11.30.
Se ha podido hacer realidad el proyecto, gracias a la participación, hasta el momento, de ocho importantes empresas (Aracruz Celulose, BBV Bancomer, Banco Francés, Banco Río de la Plata, Banco Santander de Puerto Rico, Telmex, Vale do Rio Doce y Globo Cabo), que se incluyen en el nuevo índice FTSE Latibex All Share.
Las empresas latinoamericanas que deseen entrar a formar parte del nuevo Mercado de Valores no necesitan ni folletos de admisión, ni necesidad de llevar a cabo una nueva oferta pública de venta de acciones (OPV), sólo tienen que presentar ante el Consejo del Mercado un documento de solicitud, suministrar al mercado la misma información que presenten en su Bolsa de origen y tener un valor de mercado superior a los 50.000 millones de pesetas.
Además, las empresas candidatas a incorporarse al mercado tendrán que estar admitidas en una Bolsa de Valores latinoamericana, cuya normativa y funcionamiento sean equiparables a los de la Bolsa espaņola. Así, se valorará que en sus mercados de origen exista un organismo regulador similar a la CNMV espaņola, que se exijan requisitos de admisión, que haya información financiera de las sociedades cotizadas y que los procedimientos de anotación y compensación de valores tengan cierta homogeneidad con los de la Bolsa espaņola.
Los responsables del nuevo mercado esperan contar algún día con la presencia de unas 50 grandes empresas latinoamericanas.
De momento, sólo los miembros del mercado espaņol podrán operar en esta nueva Bolsa, aunque está previsto ampliar esta posibilidad a sociedades y agencias de valores de las Bolsas de origen de las empresas cotizadas.
Es importante reflejar, que la creación de este mercado de valores facilitará, por un lado, una nueva vía de financiación a las empresas latinoamericanas, al permitirles acceder con más facilidad a la Unión Europea a través de un canal consolidado como son las bolsas espaņolas, y por otro lado, ofrece a los inversores europeos nuevas posibilidades para realizar sus actividades en Latinoamérica.